martes, 29 de enero de 2008

capitulo 7

El zen es el sostenimiento del universo en el criterio de la conciencia del alma de aquello que es eterno.

Ser consciente de lo eterno, solo es siendo, eternidad en ti, eternidad en el momento.

En ese momento de poder ser en ti, sin ser en mi siendo.

Ahora, desmenuzo un sentimiento en el caliz de tu cuerpo que observo como incierto en cada momento que me acerco a ti.

Es esta palabra que tu presencias, las unicas dos posibilidades de que este yo roto vuele en tu cielo como el ave que sueña en el firmamento encontrarte.

Ahora, solo ahora, comienzo a ver un camino que es inalcazable.

El camino del deseo mas sincero de tan solo rozarte en palabras que hablan de la misma unidad de encontrar la paz y de alcanzar llenar de lagrimas el pedestal que eleva el cuerpo que no se puede mirar a ese cielo delgado y etereo de mi pensamiento devoto en ti.

La noche deambula buscando el dia.

Yo, apenas si puedo contener mi herida en esta pasion que es torrente de una tinta indeleble que traza tu nombre en letra cursiva adornada de ribetes que engrandezcan en el trazo tu nombre de modo consciente.

Ser un niño o un adolescente que adora a quien arrima tesoros de luz en la bondad pura alcanzar con la mirada la luna.

El sonido que me contiene no puede sostener la voz que nombra osadamente aquella palabra que me lleva a volver a verte, a cada momento, y en cada momento consecuente, querer traerte.

Ahora, cuando la noche encamina su transito, desde cualquier luna de el perito que se desnuda bañando su luz en duda, aproximo mi alma util, humilde y en silencio.

Me acerco a ti.

A ti te siento.

Dejame dormir, y duerme en mis sueños.

A mi niña de la luna.


...no le busques sentido, no lo tiene.

maestro zen.

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