De este corazon solo queda el atisbo del amor que poseido en el le maneja.
Humilde y perdido elevo mis manos como un desafio nostalgico.
Y, te vuelvo a soñar con la limpieza de la mente que desea ser libertad.
Esta tormenta que se me desata de pasion de pureza es el rayo que enreda la luz con la tiniebla.
Mi mirada te busco ayer y hoy en el lecho de el cauce de mis sueños.
La luna es una esperanza que tiende rayos de plata en el cauce de la añoranza.
Si yo pudiera ser tu sueño un instante me apartaria para no molestarte y cumplir mi anhelo de ver tu rostro al cerrar los ojos que solo te pueden observar.
Te llevo tan dentro que no te puedo abrazar con pensamientos y emociones y, hasta de ellos me bato en soledad.
Eres el tributo de una vida de gloria que procura un gesto o una poetica forma de envolver tu aroma.
Ahora mi alma es tormento dulce de ni conocer si en esta vida sera e reencuentro entre lo ilustre de tu ser y mi tiempo de ansiedad dulce de en ti creer.
Y, al leer estas lineas.
En ellas.
En los trazos de luna, y del que mira, halles ninguna duda, no ya de mi devocion, sino de que stes segura que, de esto, la unica razon, la razon pura es, provocar tu ternura, rozar tu corazon, ser premura en tu sonrisa y luz en tu iluminacion.
Quiero ser el ser siendo en tu corazon.
Y, si ahora duermes, en un infinito mayor nos pertenece esta ilusion de poesia de amor que no se produce de osada bendicion, que desciende de ti a mi, como el lustre de aquello que se adora y lo eleva en esplendor.
Este tiempo no me es suficiente, por eso creo esta oracion.
Orar tu nombre.
Orar sera mi condicion.
...no le busques sentido, no lo tiene.
maestro zen
miércoles, 30 de enero de 2008
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